Música para autistas
La música, desde hace más de cincuenta años, se ha venido utilizando en el tratamiento de algunos problemas como el estrés , la depresión y la ansiedad; no obstante a medida que las investigaciones ha mostrado las implicaciones tan profundas de la música sobre el sistema nervioso de los seres humanos; el rango de acción de la musicoterapia se ha ampliado, aplicándose a otro tipo de trastornos.
Uno de estos trastornos donde se ha probado la efectividad de la música es el autismo infantil, la música se ha convertido en un método terapéutico que no presenta efectos secundarios y que ayuda a disminuir los síntomas y a aumentar la capacidad de los niños para relacionarse con otras personas que se encuentran en su entorno.
Diferentes estudios han permitido demostrar que los autistas conservan intacta su sensibilidad por la música, incluso pueden ser más sensibles a los estímulos musicales; estos hallazgos explican por qué la música para autistas resulta un tratamiento eficaz, especialmente en casos en que las terapias convencionales han demostrado ser poco eficaces.
La musicoterapia además de reducir los síntomas conductuales característicos del autismo, ha probado ser efectiva para disminuir los movimientos repetitivos y estereotipados; además de ayudar a mejorar la comunicación y las relaciones sociales; la musicoterapia hace uso de distintas técnicas para mejorar la respuesta física y emocional de los niños con autismo, entre ellas tenemos:
- Vocalización y audición musical.
- Ejercicios de baile para potenciar el ritmo musical.
- Cantar y tocar instrumentos musicales.
- Juegos musicales basados en la creatividad.
- Reproducción de ritmos de forma espontánea.
Beneficios que ofrece la música para autistas
La musicoterapia ofrece una gran cantidad de beneficios para el tratamiento del autismo, entre ellos cabe mencionar:
- Disminución de rabietas y niveles de agresividad: recientes estudios han demostrado que la música tiene efectos muy positivos en el tratamiento del autismo, la investigación realizada por la Universiti Putra Malaysia, con un grupo de 41 niños autistas, mostró que luego de 10 meses de tratamiento con música los niños mostraban una reducción significativa de las rabietas y crisis de agresividad.
- Aumento de la coordinación gruesa y fina: bailar siguiendo el ritmo de la música e imitando los movimientos de un monitor, es una actividad que aporta grandes beneficios a los niños autistas, ya que les permite aumentar los niveles de coordinación de manos y pies y mejora la motricidad fina.
- Estimulación de la comunicación (verbal y no verbal): La música y el baile permiten a los niños con autismo expresar sus emociones y sentimientos, un medio para dar a conocer su mundo interior y mejorar los niveles de comunicación con las personas de su entorno y la participación en grupos o equipos.